El impacto del módulo europeo Schiaparelli al estrellarse en Marte el pasado 19 de octubre creó un cráter de unos 50 centÃmetros de profundidad y 2,4 metros de diámetro. Se trata de la estimación que ha hecho la Agencia Espacial Europea (ESA) a partir de la fotografÃa en alta resolución que el 25 de octubre tomó la sonda de la NASA Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la región Meridiani Planum.
El 21 de octubre, dos dÃas después del aterrizaje fallido de la primera fase de la misión ExoMars, la sonda orbitadora estadounidense captó con su cámara de baja resolución la zona en la que se habrÃa producido el impacto del módulo Schiaparelli, cuyo objetivo era ensayar la tecnologÃa necesaria para que en 2020 la ESA envÃe un vehÃculo robótico (rover) que explore su superficie y tome muestras a dos metros de profundidad para buscar rastros de vida.
Una vez localizada el área del aterrizaje (gracias a la comparación de fotos tomadas de esa región marciana antes y después del mismo), la NASA ha procedido a fotografiar de nuevo esa zona con la cámara de alta resolución que lleva la sonda MRO.
Tanques con hidracina
Los investigadores tratan de determinar a qué corresponden las distintas marcas que se ven las imágenes. La parte más destacada es un área oscura de 15x40 metros, que es la que que se cree que sufrió el impacto. Hay un punto central, de 2,4 metros de diámetro que, según sostienen, es el cráter causado por el módulo al estrellarse. Alrededor hay otras marcas oscuras y asimétricas que, según explica la ESA en un comunicado, "son más difÃciles de interpretar" y podrÃan estar relacionadas con la explosión de los tanques de combustible del módulo (llevaba hidracina para los retrocohetes) y que posiblemente iban llenos.
En la foto se aprecia el paracaÃdas de 12 metros que debÃa reducir la velocidad del módulo durante el descenso, la parte trasera del escudo térmico y la parte delantera.
Además de estimar el tamaño del cráter provocado por el impacto y probable explosión del módulo, de casi 600 kilogramos de peso, a partir de esas imágenes los ingenieros han calculado que la nave se precipitó a una velocidad de unos 300 kilómetros por hora (en la fase final del descenso debÃa ir a 3 metros por segundo o menos de 11 kilómetros por hora).
- elmundo.es
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