Cráter en la superficie de Marte. [ESA, CENTRO AEROESPACIAL ALEMÁN, UNIVERSIDAD LIBRE DE BERLÍN Y G. NEUKUM (CC BY-SA 3.0 IGO)] |
A grandes profundidades bajo la superficie terrestre, los elementos radiactivos descomponen las moléculas de agua y generan sustancias capaces de favorecer la vida subterránea. Este proceso, conocido como radiólisis, ha permitido que las bacterias proliferen en las grietas y poros inundados de las rocas de nuestro planeta. Ahora, un estudio publicado en Astrobiology sostiene que el mismo proceso podría haber promovido la vida microbiana en el subsuelo de Marte.
Las tormentas de polvo, los rayos cósmicos y los vientos solares asolan la superficie del planeta rojo. Sin embargo, algunas formas de vida podrían haber hallado refugio bajo ella. «El entorno de Marte con más opciones de resultar habitable es el subsuelo», señala Jesse Tarnas, planetólogo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y autor principal del nuevo trabajo. Por ello, examinar el subsuelo marciano tal vez ayude a descubrir si la vida pudo haber prosperado allí. Y, para averiguarlo, las mejores muestras disponibles son los meteoritos procedentes del planeta rojo.
Tarnas y sus colaboradores evaluaron el tamaño de los granos, la composición mineral y la abundancia de elementos radiactivos de varios de esos meteoritos. También calcularon la porosidad de la corteza marciana a partir de los datos de satélites y vehículos exploradores. Después introdujeron esos atributos en un modelo informático que simulaba la radiólisis para determinar la eficacia con que dicho proceso habría generado hidrógeno gaseoso y sulfatos, sustancias que pueden impulsar el metabolismo de las bacterias subterráneas. Según los autores, en presencia de agua, la radiólisis podría haber mantenido comunidades microbianas en el subsuelo marciano durante miles de millones de años. Y, de hecho, puede que siga haciéndolo hoy en día.
Los científicos ya habían estudiado la radiólisis de Marte, pero este es el primer cálculo que emplea rocas marcianas para cuantificar la habitabilidad del subsuelo. Tarnas y su equipo evaluaron también la posible riqueza de la vida subterránea y hallaron que podrían existir hasta un millón de microbios por kilogramo de roca; una densidad similar a la encontrada bajo la superficie terrestre.
De las muestras de meteoritos analizadas, las «más habitables» parecían estar compuestas por un tipo de roca conocida como brecha regolítica. «Se cree que esos meteoritos proceden de las tierras altas del sur de Marte, el terreno más antiguo del planeta», explica Tarnas.
La vida subterránea que describen los autores requeriría agua, pero aún se desconoce si esta existe o no en el subsuelo de Marte, apunta Lujendra Ojha, planetólogo de la Universidad Rutgers que no tomó parte en el estudio. Determinar si la corteza marciana contiene agua constituirá un paso importante, y esta investigación contribuye a motivar dicha búsqueda, asegura Ojha. «Donde haya agua subterránea, podría haber vida», concluye el experto.
Via: investigacionyciencia.es
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